La pandemia no ha sido capaz de detener la ola verde que arrasó toda Europa y el mundo en 2019. Basta pensar en todas las iniciativas históricas puestas en marcha por la Comisión Europea liderada por la primera mujer presidenta de su historia: Ursula von der Leyen. El Pacto Verde Europeo ha sido calificado como una medida revolucionaria, una «hoja de ruta» para hacer sostenible la economía de la Unión. El objetivo es convertir las cuestiones relacionadas con el cambio climático y los retos medioambientales en oportunidades en todos los ámbitos políticos y hacer que la transición sea justa e inclusiva para todos.
«Los desafíos que nos rodean
-dijo la presidenta Ursula von der Leyen– se vuelven más peligrosos, más fuertes, más intensos, creo que son las fuerzas constructivas las que prevalecen sobre las destructivas y cada vez que hay violencia solo se puede detener si se reabre el diálogo y esta es la fuerza de la
Unión Europea, la fuerza del diálogo y la fuerza diplomática capaz de concentrarse en la desescalada
«.
La número uno de la Comisión Europea tenía razón, hace un año ni siquiera imaginaba a qué desafíos y presiones se vería sometido el Viejo Continente. Un año después de esas palabras, después de que la pandemia haya asestado duros golpes en términos de capital humano, económico y social, Europa está tratando de resistir, doblegándose, pero no rompiendo.
Y a partir de ese hito, tras la aprobación histórica del Pacto Verde Europeo, se puso en marcha el «Pacto por la neutralidad climática de los centros de datos» o «Pacto por la neutralidad climática de los centros de datos» que reúne a los principales actores europeos de la industria de la computación en la nube y las TIC. Este acuerdo prevé, entre otras cosas, la consecución de objetivos medibles de eficiencia energética y reutilización de recursos para centros de datos e infraestructuras en la nube, con los primeros objetivos fijados ya en 2025. Entre los objetivos de esta iniciativa se encuentra el esencial de aumentar la eficiencia energética a través de objetivos medibles, el reciclaje del calor producido, la adquisición de energía 100% limpia y el ahorro de agua, que es el recurso más preciado pero también el que más riesgo corre.
Para el mundo de la nube, se trata de una importante iniciativa de autorregulación en la que participan hasta 25 empresas y 17 asociaciones, que se han fijado el ambicioso objetivo de hacer que sus actividades sean «neutras en carbono» para 2030, 20 años antes de la hoja de ruta de la Comisión para 2050.
Cabe destacar que Amazon Web Service, el actor más importante del sector, con mayor número de centros de datos del mundo, que ofrece más de 175 servicios completos de centros de datos a nivel global con 24 regiones y 77 zonas de disponibilidad, no ha dudado en dar su adhesión al pacto.
Está claro que cada paso adelante, cada progreso en la dirección de un mundo «más limpio» será mantenido bajo un estricto control por parte de la propia Comisión Europea. Por último, la vicepresidenta Frans Timmermans acogió con beneplácito el pacto como «Un compromiso con la comunidad por parte de importantes actores de la industria de datos. Estos son: Dijo
que hay un primer paso hacia la realización de un futuro inteligente y ecosostenible
«.